lunes, 29 de septiembre de 2008

Día 50






















Es una camisa verde que tienes la que
llevabas puesta en aquel sueño.
Es verde musgo para ser más exacta.
Te quedaba muy bien puesta pero tirada en el suelo
después que te la sacaste me pareció más bella.
No recuerdo que sigue de aquello.
Sólo sé que se aloja en mi mente nítidamente
tu sonrisa perfecta sentado en la cama, desordena,
Mirándome…
Y yo, feliz,
cubriendo mi cuerpo sólo con ésa camisa verde musgo
que a ti te sentaba tan bien.
No sé si los tiempos se quedan viviendo cuando
sueño contigo
pero si sé que, se alargan,
y me alcanzan cuando despierta
entregándome las sensaciones y sentimientos
que experimento en ellos,
sobre todo, cuando disfruto contigo en ésos instantes
mágicos, pletóricos de fantasías realizadas,
a donde llegas con tu camisa verde musgo
que te sienta tan bien y que te sacas para que
yo cubra mi cuerpo desnudo.
Lo que sucede entre cuando te sacas la camisa
y llega a mi cuerpo
No lo recuerdo.
Pero debe ser algo perfecto por la alegría

que hay en tus ojos cuando me miras
paseándome frente a ti
sólo con tu camisa verde musgo cubriendo mi cuerpo.






Eloisa echeverria.
Desde un rincón del último lugar del mundo.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Por ti.


Por ti estrella fugaz,
habitante del mar de mis sueños,
algo bulle dentro de mi
desgarrándome las moléculas
más íntimas de mi vestidura,
no tiene olor,
sólo tiene un calor y fuerza
más grande que mi voluntad,
me hincho de alegría
y el universo parece mío
como si con las manos
hasta el cosmos
lo pudiera moldear
a la altura de tu sonrisa.


Por ti, sonrisa de estrellas,
tejedor de ellas al borde del cielo,
algo transita dentro de mi
rompiendo las partículas
más reservadas de mi disfraz,
no tiene color,
sólo posee un ardor y fortaleza
más inmenso que mi juicio,
me inundo de orgullo
y el planeta parece mío
como si con la pupila de mis ojos
hasta las mariposas las pudiera crear
a la altura de tu sonrisa.

Por ti, tejedor de olas,
hilador de espumas en tu trono de mar,
algo pulula dentro de mi
rasgando los puntos más guardados de mi artificio,
no tiene sabor,
sólo contiene una tórrida vitalidad
más profunda que mi libertad,
me inflamo de regocijo
y el paraíso parece mío
como si con mi boca
hasta las hadas
las pudiera hacer volar
a la altura de tu sonrisa. Por ti, dibujante de auroras en mis cabellos,
algo circula dentro de mí,
destrozando los átomos
más custodiados de mi atavío,
no tiene textura,
sólo lleva un sofocante vigor,
más abismante que mi osadía,
me enciendo de júbilo
y el cielo parece mío
como si con mis suspiros
hasta el arco iris
lo pudiera alcanzar
a la altura de tu sonrisa.





















Por ti, traedor de mieles a mis oídos,
algo recorre dentro de mi
saqueando los lugares
más reservados de mi compostura,
no tiene vista,
sólo es dueño de un sofocante atrevimiento,
más insondable que mi esencia,
me exalto de placer
y el abismo más profundo parece mío
como si con mi cintura juguetona
hasta lo más obscuro lo pudiera iluminar
a la altura de tu sonrisa.























Por ti, creador de música con colores de las flores,
algo surca dentro de mi
asaltando los sitios más prudentes de mi decencia,
no tiene aroma,
sólo goza de un ardiente desenfreno
más penetrante que mi contienda,
y los senderos parecen míos
como si con mis dedos
hasta lo más lejano lo pudiera traer
a la altura de tu sonrisa.

























Por ti, mariposa enjaulada en mis silencios abismales,
algo navega dentro de mi
abordando los espacios
más juiciosos de mi pudor,
no tiene matices,
sólo encierra un abrazador empuje
más calador que mis batallas,
me enciendo de fragancias
y las órbitas parecen mías
como si con tu presencia
hasta los astros se alienaran
a la altura de tu sonrisa.














Por ti, creciente remolino en mi vientre
algo prende dentro de mi
fascinando las extensiones
más discretas de mi verdor,
no tiene mancha,
sólo oculta un derrochador brío más perforador que mis escaramuzas,
me inflamo de alegrías
y los tiempos parecen míos
como si con mi talle
hasta los eclipses se disolvieran
a la altura de tu sonrisa.









Por ti arrebatador,
mensajero del cosmos,
núcleo de mis tormentos,
trasgresor de mis sueños,
transeúnte inesperado en mi esquina preferida,
abridor de ilusiones,
sin saber que venías,
sin saber que llegabas, sin saber que te esperaba,
sin saber que me querías encontrar, aterrizaste,
vendaval,
compaginador del tiempo,
te ceñiste a mi sobre de sueños,
con tu maraña de luces me envolviste,
con tus dulces quimeras me robaste,
por ti, derrochador, por ti, nexo de plenitudes,
por ti ,propulsor de osadías, tenaz surcador de aventuras,
por ti, por ti me quedo quieta,
casi sin respirar siquiera porque todo es perfecto
cada vez que te tengo a la altura de mi sonrisa.




































































































































































































































































































viernes, 19 de septiembre de 2008

Hoy. Te amo.


Hoy, te amo,
con colores brillantes en mis venas,
con luminarias en mis cartílagos.
Hoy, me envuelvo,
me ovillo, me enredo
en los pensamientos tuyos
que tienen un regazo mullido
y, te traigo embriagado de ausencias.
Tu voz me acoge,
siempre es la primera,
me acurruca en medio de la inmensidad
de neblina que hay afuera de mi balcón,
tembloroso balcón,
con epitafio triste, ya, en éste punto rugoso.
La ventolera se lleva papeles y tierra suelta,
ingenioso patrón de mi barca,
sólo tu mano da calor a ésta estadía tan fría.
El cielo, sin ti, se ve más lejos de lo que pensaba.
¡Como no sentir naufragio!,
si anoche te quedaste pintando algo
en la pared de tu casa sin ventanas,
unas lunas amarillas y azules
alcance a ver
antes que los gorriones y los gallos con sus cantos
me hicieran aterrizar en ésta ausencia,
y en tanto venir acá por fuerza
y no venir tu persona,
no escuchar tu voz,
me recojo sola en tus borracheras de no estar.






Hoy, te amo,
entre tus lunas también,
¡siempre tantas lunas en tus armatostes!
y no dejo de enloquecer preguntándoles
en dónde están las palabras
que quiero esculpir en tu piel.
Sé que algunas están en mi corazón,
las guardo allí para cuando,
el mundo deje de ser mundo,
el tiempo deje de ser tiempo
y volemos juntos hacia la luz que nos creó,
recitártelas
pero y ¿ las otras?.
¿Dónde están las respuestas
que quiero par avanzar?.
Sé que algunas las tengo en mis manos.
Las guardo allí para cuando,
recorrer ésta existencia sea más fangoso aún
y el lodo me llegue hasta las rodillas,
leerlas,
acompañada de tu sombra
que se quedó a existir en mi retina
pero y ¿Las otras?
¿Me las habrán robado tus lunas ?.
Como sea,
hoy, te amo
vendaval de ausencias,
tírame un flotante para comprender,
es tanto siempre ausencia en ti,
en mis ollas, en mis platos, en mis vasos,
en mis comilonas, en mis hambres,
te quedas,
por ahora, allá te quedas, sonriente.
Te quedas en tu estadía
pletórica de encuentros nocturnos,
generalmente,
aunque a veces, te visito en mis siestas,
como tú no puedes venir, aunque
estás para mí cuando voy.

Todas las claridades son ausencia, debería decir obscuridades
porque, por donde estás, está la luz de mi camino
y aquí estás, ausente...
y mientras más lo pienso y me hago preguntas,
follaje tibio en mi cuerpo,
caminante, que a veces, caminas conmigo,
más frecuentes son los hoy en que te amo
pero concluyo todas mis vigilias
que nada es más triste y solitario,
nada es verdad
cuando no escucho tu voz,
aunque sea entre las lunas
que pintas en tu casa sin ventanas.




Hoy te amo,
luciérnaga en vuelo,
en ésta casa mía,
con ventanas en hileras,
con tantas puertas cerradas,
con habitaciones llenas de fantasmas
que me atormentan en el día,
ellos, me acompañan en las búsquedas
del presente tuyo en mi estadía
por las ciudades,
por las calles llenas de autos
con conductores que no tienen algo de ti,
esperamos horas en las paradas de buses,
por tu sonrisa,
en las hosterías ,en los aeropuertos
pero no vienes,
tanta ausencia siempre entre todos, en el aire.
Otros días, mis fantasmas y yo nos sentamos
sin comer ni dormir
al pie del teléfono esperando tu llamado
pero el ring no suena.
Sé que no has olvidado mi número.
¡tanta ausencia en mis oídos!
Hoy te amo,
hago poemas de amor a mi espera,
vago y divago sola,
sentada en los prados de ésta ciudad llena de verdes,
tanto prado en éste lugar
y tan pocos sin espinas,
tanto frío, con neblina baja
que ya parece ser otro país
y filosofo en las palabras, ausencia, vacíos
pero mis conjeturas imberbes
se van con la neblina, tan densa y húmeda
que se lleva todo,
hasta las sombras que pasan por mi lado que se parecen a la tuya...
aún así, con neblina, recojo con mis pupilas
para llevártelas ésta noche
los árboles en flor, de colores dulces y jugosos,
como también no dejo atrás el volcán que respira
éste aire tan frío y calador de huesos,
tanto que ver
y tanta ausencia de tus ojos,
tus ojos imantados de miel,
miel acariciante, aterciopelada.
Los demás escriben como se matan,
como se mueren los demás,
como se odian los demás
y yo prefiero escribir y prefiero leer de como te amo,
de como me amas, prefiero buscarte,
prefiero esperarte ésta vez
y sé que sólo tú me comprenderás en los sueños...
prefiero grabar en mis retinas, con pinceles de luz
lo hermoso de mi terruño para llevártelo, también por la noche,
siempre en noche hay más tiempo casto,
un camino con árboles maquillados de otoño,
con colores distintos del verde trillado por primavera,
una arboleda de raulíes que
entrelazan sus delgados dedos
para hacerme una arco al pasar,
seguramente ellos si sabes
en dónde estás en mi estadía
igualmente de deben conocer tu punto en el mapa
los colores de los ñirres,
los aromas de los eucaliptos,
de los pinos silvestres.
Busco, camino hasta la Olla de Mote,
te la llevaré esta noche
junto con Aguas Calientes
y los ciervos
y las Piedras Comadres
y la cueva de Los Pincheira.
Te llevaré en mis pupilas hechas redes
todo lo hermoso de mi terruño
para ver si quieres venir, sé que no los has visto.
Prefiero con todos los te amo
que leas en mis pupilas, todo,
que toques en mi piel, todo,
que bebas de mi savia con tanto sueño de ti, todo,
¡pero hay tanta ausencia aquí de tus sombras!.
Hoy, te amo,
dueño de las mariposas azules que habitan en mí
y prefiero llevártelo todo
a donde sé que me esperas, siempre esperas,
a donde sé que estás,
a mis sueños más fecundos.





Eloisa echeverria.
Todos los derechos reservados.






























martes, 9 de septiembre de 2008

Viento






Viento serpenteando cielos,
reptando estrellas de luces platónicas
que se sumergen en tu ser
de luz brillante y sentenciosa predicción.
Riega tu interior de vida,
persigue tus manos y se interpone entre tú y yo.

Viento interno que sientes engrosar tu sueño;
Si, es un enigma sentir el tintineo embriagador,
y vetas mi recuerdo
y subes a buscar un viento más limpio
que siempre oportunista,
siempre va a estar.
No opones resistencia, flotar allí es más fácil
porque mi viento no es con norma aceptable,
tiene núcleo
y aunque es lastimoso
¡hay que honrar!,
aunque, la fatiga, sin ti eclipse mis parajes.

Y, yo, ilusa,
atizo el viento con mi pensamiento
para que mis caricias lleguen a ti
como polvareda silenciosa
y el significado no lo encuentres
de tanto viento tibio en tu andurrial.

Surco el viento con enviciamiento crónico
el tañido de mi amor quimérico
y lo envío a tu paraíso a la medianoche,
para que me sientas
y desnudo mi predestinación ante ti
y pido más viento
para que acaricie cada pétalo tuyo
y mancille tus labios, se exceda despiadado
y te traiga a mi cielo que espera mezquinamente,
en un final,
poder compartir contigo éste viento confuso
que acompaña mi insuficiente espera.

Viento, equilibrista del universo,
declaro mi manipulación nocturna
para que cabalgues con mi pensamiento tullido,
para que conduzcas mi suelo,
a otros suelos predominantes,
en donde imploro ,orate,
acaricies ésa luz que brilla en sus ojos
cada vez que tú viento,
exhalas mi nombre en su oído
y una espina tuya atraviesa su corazón cuerdo
y cimientas mi recuerdo
y cincelas mi rostro en su propiedad
y ciñes en sus manos fuertes, el camino
que lo conduce hacia mi.

Pero brotas viento y te cuelgas de la realidad.
El surco debe cerrarse.
Ni por más pertinaz que exista,
su mano y su abrigo jamás estacionarás
en mi estadía sublime de amor por él.
Tu mirada, amor, tiene luz cada vez que
diluvia en mí tu mirada,
en mí,
encarcelada, recluida lejos de ti.
Viento
¿Cuándo lo vas a traer?,o,¿Me podrás llevar?.