Amo todo en ti.
Las alas rotas, maltrechas sonrisas, tu
equipaje, tus aciertos, tus resbalones.
Si, amo todo en
ti pintor de mis días fértiles;
concuerdo con
la vida y le agradezco tu paso por mis ventanales insondables.
Le agradezco la
estadía de tu melodía brillante que se quedó a musicalizar mis pasos;
fustigué tanto
por este encontrarte que ahora al mirarte despeinando mis acueductos
se me hace que
es sólo producto de mi imaginación el tenerte
pero cuando tus
ojos maduros me llaman a contemplarte
sé que ese
perfecto arte que tiene tu cintura
es la locura
que andaba buscando para reír
y en este parir
emociones que en tu compañía encuentro
ya no hay
lamentos inmaduros porque tu puerto es seguro en este volar…
Nada se compara
cuando tu sonrisa se posa en mi ser que se agiganta en tu luz,
se olvida del
cemento y es sólo el elemento de danzar en espiral
hasta tu encuentro
sediento de la entrega que te pueda brindar.
Amo todo en ti
navegante de mi mar de ausencias, de mi cielo prestado.
Tu prestancia y
algarabía, tu enojos y alegrías, tus silencios tus palabras,
las noches de
distancias, los escalones fraccionados, las gavetas desarmadas
los diarios
esparcidos, las tintas volcadas, los panes no compartidos,
Amo todo en ti
y de ti curtidor de mis delirios porque
todo se hace sencillo
cuando tu luz
fragante se deja caer en mis lunas soñadoras…
