lunes, 18 de marzo de 2013

Fantasma 5.




En memoria de las que murieron este fin de semana en manos del que decía amarlas.




                                           

                                              Y buscas entre  los que te muestran caminos de flores
                                                      un hombro sincero en donde llorar
                                                      y al final del día la soledad inunda tus sentidos,
                                              estás solo en este luchar por justicia en tu caminar…


¿Entonces  fueron los murciélagos que atentaron contra el viento
y dejaron en silencio el bosque fértil de tu voz,
 fueron ellos los  que  sembraron espinas en el corazón e hicieron sangrar
el hilo firme y  fecundo de la esperanza
para vomitar por la heridas que tuve que curar?
Fueron los murciélagos, ¡mira que rara combinación!
La vida te enfrentó a  la sin cordura y a la vana emoción.
Te mostró los dientes afilados y te los enseñó  a usar
pero no te dijo que a los de tu camino no tenías que mordisquear…
Así que fueron los murciélagos que pintaron en tus ojos soles oscuros
que te impidieron ver la luz y los caminos seguros,
los pedazos esparcidos de corazones heridos, de manos sangrantes,
de vidas mutiladas, de incomprensibles tiempos, de  dientes humeantes;
 ¡Fueron los murciélagos!
que te dieron la pauta para disparar…
la piedra que los mató, la bala que al más allá los llevó, el fuego que los quemó
el lazo, el martillo, el hacha, el auto que los lapidó.

viernes, 8 de marzo de 2013

FANTASMA 6




POR UN MUNDO SIN VIOLENCIA Y EN MEMORIA DE LAS QUE HAN TERMINADO BAJO TIERRA SÓLO POR HABLAR Y ACTUAR EN FAVOR DE LA PAZ Y  DE LA LIBERTAD.


                                                                       El miedo, roedor de ilusiones,
                                                 caníbal de las horas que mueren en las lágrimas
                                             que riegan los zapatos gastados de caminar sueños.

Las emociones están escondidas en un rincón de la cama,
 las barrí con el ruedo de mi falda
porque cada vez que salían las dañaban sin parar.
Tengo miedo de hablar de mis errores, de mis sueños, mis amores,
ser mujer es complicada mano que barajar;
Las rencillas que desde un principio se dieron,
me dejaron un madero de pesada carga para llevar.
Y no es que quiera complacencias en la vía que me toca,
 sólo que cuando camino el mundo  me grita que ¡no lo voy a lograr!
Porque ser mujer en este mundo es de oficio fecundo
pero cuando quiero salir adelante el acoso es constante,
 es amargo manantial.
Las emociones terminaron por  quedarse en el rincón de mi muro,
ese que es el más seguro porque no quieren mas sufrir.
Temen en silencio, el calvario es por dentro,
que en alguna temible careta el puñal en mano de hombre las haga  morir,
quieren cambiar  de espacio, de calle, de país , de nombre
porque se les hace difícil tener que temiendo seguir.
Las emociones se arrastran, se maquillan, se quedan calladas,
 escondidas subsisten, temen siempre porque su deseo
es poder sencillamente dentro del corazón vivir.

domingo, 3 de marzo de 2013

Tarde. Segundo premio Prosa en Red de Escritores de Coquimbo. Concurso "No me olvides"






Tarde.
El “no me olvides” que ella repitió como tantra en la despedida, Pedro, lo había guardado en su corazón por todos los años que permaneció lejos. Era el tesoro más preciado que había hallado en el mundo. Ese pedido con llanto de su amada y su voz dulce repitiéndolo, adornando el ruego que nacía desde lo más profundo de su alma, le había dado las fuerzas necesarias para llegar lejos y conseguir la posición económica perfecta en la que vivía y a sonreírle a las adversidades cuando las hubo.
Pero ahora, frente a ella, mirándola a los ojos, las cosas se habían tornado oscuras y no sabía qué hacer. Su  mirada no le habla de entonces, de sus lágrimas dulces que le saciaban la sed de sueños e ilusiones. Le habla de no recordar, le habla de olvido en los rincones del corazón.
_ Dijiste “no me olvides” y veo que la que olvidó fuiste tú.
_Seguramente es otra y se confunde caballero.
_Tiene razón. Disculpe señorita. A la que recuerdo llevaba en su mirada una luz que lograba iluminarme y usted sólo tiene tristeza en la suya. Sonreía y nada parecía imposible en el diario vivir. Se llamaba Laura.
_Yo también me llamo Laura pero no lo recuerdo en mi vida.
_No se preocupe. Ha sido sólo un alcance de nombre. A la que no olvidé llegaba a despertar a las estrellas con su sonrisa, caminaba descalza sin prisas. Originaba cada instante ventolera de besos para mí…
_Si era tan perfecta ¿Por qué se fue y la dejó suplicando ese “no me olvides”?
_Porque yo quería darle el paraíso en vida y el trabajo hizo que tuviera que alejarme.
_Yo tuve un novio que hizo lo mismo y me dejó para ir por mejores cosas para el diario vivir. Nunca se dio cuenta que yo estaba aquí enseñándole y entregándole lo más importante. La compañía y sobre todo el amor infinito que sentía. Él sólo  quería progresar en lo económico y abandonó todo alejándose en silencio y nunca más supe de él. Se llamaba Pedro.
_Yo también me llamo Pedro.
_Pero no es usted. Imposible. Él tenía en su mirada el cielo para mí y usted tiene en su postura un desierto que él nunca tuvo…deje seguir mi camino…imposible que seamos los de entonces con el corazón repleto de ilusiones felices.  Yo hice mis elecciones cuando él hizo la suya al dejarme con un “no me olvides” lacerando mi corazón, truncando mis sueños con él.
_Laura…no me olvides, que tu luz es la cimiente de mi futuro.
_Pedro…La realidad que duele y carcome los relojes, eclipsa los espejos y dejas de soñar. _Ella sonríe pero tampoco como antes_  La realidad de entonces no existe ya. Tardaste en comprender que éramos dos en el camino de la vida y fuiste solo a hacer realidad los sueños que eran nuestros.
Ella se aleja con el “no me olvides” que él le dijo apretándole el corazón, él se queda allí, en medio de la sala del aeropuerto en donde la encontró por casualidad. Las ganas de llorar inundan su alma, el dolor es desgarrador, no podía con la realidad de dejarla ir, su corazón no cabía en el pecho de tanto doler. Quiso darse media vuelta para ir por ella pero el dolor lo retuvo, lo desplomó, lo destruyó, lo dejó caer al piso sin poder respirar. Murió allí, en la fría loza del lugar, falleció sin olvidar el sueño lindo que fue amarla.