Varices en las manos de
tanto lavar historias,
para que se queden en la
memoria de forma más amable,
de equilibrio más estable en los pulmones contaminados,
que los caminos mal hallados siempre se han de
quedar
en el tallar las lágrimas de los días tenebrosos;
aquellos caminos ociosos ¡dejarlos
en el pasado!
como algo quemado en el
atril de las horas
y sin demora asirse de los vientos que llevan fragancias,
de mejores estancias en que
palpita la vida;
que el camino es de ida y
hay que aprovechar
en mirar y disfrutar los colores del universo
esos que sacan versos a los
corazones de luz.
Callos hasta en los zapatos
de tanto indagar la esperanza
no hay mejor camino a la
templanza que la que se hace en positivo
no vivir en retroactivo, ni
en negativo el camino adelante,
hay que hacerlo con gran
talante, de frente y con ganas,
así se hacen y crecen personas sanas para habitar este mundo
que tiene que ser
fecundo en el amor fraterno,
ese que es eterno y habita
en el alma del creador…
Eloísa Echeverría.