viernes, 19 de septiembre de 2008

Hoy. Te amo.


Hoy, te amo,
con colores brillantes en mis venas,
con luminarias en mis cartílagos.
Hoy, me envuelvo,
me ovillo, me enredo
en los pensamientos tuyos
que tienen un regazo mullido
y, te traigo embriagado de ausencias.
Tu voz me acoge,
siempre es la primera,
me acurruca en medio de la inmensidad
de neblina que hay afuera de mi balcón,
tembloroso balcón,
con epitafio triste, ya, en éste punto rugoso.
La ventolera se lleva papeles y tierra suelta,
ingenioso patrón de mi barca,
sólo tu mano da calor a ésta estadía tan fría.
El cielo, sin ti, se ve más lejos de lo que pensaba.
¡Como no sentir naufragio!,
si anoche te quedaste pintando algo
en la pared de tu casa sin ventanas,
unas lunas amarillas y azules
alcance a ver
antes que los gorriones y los gallos con sus cantos
me hicieran aterrizar en ésta ausencia,
y en tanto venir acá por fuerza
y no venir tu persona,
no escuchar tu voz,
me recojo sola en tus borracheras de no estar.






Hoy, te amo,
entre tus lunas también,
¡siempre tantas lunas en tus armatostes!
y no dejo de enloquecer preguntándoles
en dónde están las palabras
que quiero esculpir en tu piel.
Sé que algunas están en mi corazón,
las guardo allí para cuando,
el mundo deje de ser mundo,
el tiempo deje de ser tiempo
y volemos juntos hacia la luz que nos creó,
recitártelas
pero y ¿ las otras?.
¿Dónde están las respuestas
que quiero par avanzar?.
Sé que algunas las tengo en mis manos.
Las guardo allí para cuando,
recorrer ésta existencia sea más fangoso aún
y el lodo me llegue hasta las rodillas,
leerlas,
acompañada de tu sombra
que se quedó a existir en mi retina
pero y ¿Las otras?
¿Me las habrán robado tus lunas ?.
Como sea,
hoy, te amo
vendaval de ausencias,
tírame un flotante para comprender,
es tanto siempre ausencia en ti,
en mis ollas, en mis platos, en mis vasos,
en mis comilonas, en mis hambres,
te quedas,
por ahora, allá te quedas, sonriente.
Te quedas en tu estadía
pletórica de encuentros nocturnos,
generalmente,
aunque a veces, te visito en mis siestas,
como tú no puedes venir, aunque
estás para mí cuando voy.

Todas las claridades son ausencia, debería decir obscuridades
porque, por donde estás, está la luz de mi camino
y aquí estás, ausente...
y mientras más lo pienso y me hago preguntas,
follaje tibio en mi cuerpo,
caminante, que a veces, caminas conmigo,
más frecuentes son los hoy en que te amo
pero concluyo todas mis vigilias
que nada es más triste y solitario,
nada es verdad
cuando no escucho tu voz,
aunque sea entre las lunas
que pintas en tu casa sin ventanas.




Hoy te amo,
luciérnaga en vuelo,
en ésta casa mía,
con ventanas en hileras,
con tantas puertas cerradas,
con habitaciones llenas de fantasmas
que me atormentan en el día,
ellos, me acompañan en las búsquedas
del presente tuyo en mi estadía
por las ciudades,
por las calles llenas de autos
con conductores que no tienen algo de ti,
esperamos horas en las paradas de buses,
por tu sonrisa,
en las hosterías ,en los aeropuertos
pero no vienes,
tanta ausencia siempre entre todos, en el aire.
Otros días, mis fantasmas y yo nos sentamos
sin comer ni dormir
al pie del teléfono esperando tu llamado
pero el ring no suena.
Sé que no has olvidado mi número.
¡tanta ausencia en mis oídos!
Hoy te amo,
hago poemas de amor a mi espera,
vago y divago sola,
sentada en los prados de ésta ciudad llena de verdes,
tanto prado en éste lugar
y tan pocos sin espinas,
tanto frío, con neblina baja
que ya parece ser otro país
y filosofo en las palabras, ausencia, vacíos
pero mis conjeturas imberbes
se van con la neblina, tan densa y húmeda
que se lleva todo,
hasta las sombras que pasan por mi lado que se parecen a la tuya...
aún así, con neblina, recojo con mis pupilas
para llevártelas ésta noche
los árboles en flor, de colores dulces y jugosos,
como también no dejo atrás el volcán que respira
éste aire tan frío y calador de huesos,
tanto que ver
y tanta ausencia de tus ojos,
tus ojos imantados de miel,
miel acariciante, aterciopelada.
Los demás escriben como se matan,
como se mueren los demás,
como se odian los demás
y yo prefiero escribir y prefiero leer de como te amo,
de como me amas, prefiero buscarte,
prefiero esperarte ésta vez
y sé que sólo tú me comprenderás en los sueños...
prefiero grabar en mis retinas, con pinceles de luz
lo hermoso de mi terruño para llevártelo, también por la noche,
siempre en noche hay más tiempo casto,
un camino con árboles maquillados de otoño,
con colores distintos del verde trillado por primavera,
una arboleda de raulíes que
entrelazan sus delgados dedos
para hacerme una arco al pasar,
seguramente ellos si sabes
en dónde estás en mi estadía
igualmente de deben conocer tu punto en el mapa
los colores de los ñirres,
los aromas de los eucaliptos,
de los pinos silvestres.
Busco, camino hasta la Olla de Mote,
te la llevaré esta noche
junto con Aguas Calientes
y los ciervos
y las Piedras Comadres
y la cueva de Los Pincheira.
Te llevaré en mis pupilas hechas redes
todo lo hermoso de mi terruño
para ver si quieres venir, sé que no los has visto.
Prefiero con todos los te amo
que leas en mis pupilas, todo,
que toques en mi piel, todo,
que bebas de mi savia con tanto sueño de ti, todo,
¡pero hay tanta ausencia aquí de tus sombras!.
Hoy, te amo,
dueño de las mariposas azules que habitan en mí
y prefiero llevártelo todo
a donde sé que me esperas, siempre esperas,
a donde sé que estás,
a mis sueños más fecundos.





Eloisa echeverria.
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