domingo, 18 de enero de 2015

Otra historia.










Arañas de raíces deformes,
nunca están conformes con lo que les toca vivir;
Es sólo para ellas parir, malas acciones,
que luego las transforman en reacciones,
de querer las canciones, de otros en la marcha,
colocan un manto de escarcha para simular sus raíces,
quieren verse como perdices en la jugada que hacen,
mientras tanto pacen comiendo moscas
y en sus verdades toscas, siguen mintiendo,
 sin importar a quien le esté doliendo, las redes que tejen…
 Arañas ponzoñosas, melosas y tramposas
no saben de dignidad ni cosas buenas,
mueven sus patas como si tuvieran antenas, oliendo,
a quién atrapar torciendo, las cosas importantes,
y luego con gran talante se las dan de almas perfectas,
de vidas rectas, caminos con gran carácter de narices empolvadas,
y la dignidad está mellada en un rincón de sus cuevas…
arañas, arañitas, arañotas , trogloditas y mañosas,
…lo que siembren cosecharán es la ley de esta vida,
el camino es de ida y por más que pidan lo imposible,
nada hará factible que vuelvan las emociones…
Porque cuando tuvieron esas canciones  en sus manos,
las dejaron en los llanos, de la indiferencia,
y ahora piden clemencia para volver a empezar,
cuando el precio a pagar es la felicidad de otros…
Arañas de rincón, grotescas y mortales,

recuerden que lo que siembren a raudales, a raudales cosecharán.

2 comentarios:

CARLOS dijo...

Así son esas arañas... "el precio a pagar es la felicidad de otros". Me encanta. Un saludo enorme.

Eloisa Echeverria dijo...

Mi abrazo fraterno y agradecido Carlos por tu compañía.