Tarde.
El “no me
olvides” que ella repitió como tantra en la despedida, Pedro, lo había guardado
en su corazón por todos los años que permaneció lejos. Era el tesoro más
preciado que había hallado en el mundo. Ese pedido con llanto de su amada y su
voz dulce repitiéndolo, adornando el ruego que nacía desde lo más profundo de
su alma, le había dado las fuerzas necesarias para llegar lejos y conseguir la
posición económica perfecta en la que vivía y a sonreírle a las adversidades
cuando las hubo.
Pero ahora,
frente a ella, mirándola a los ojos, las cosas se habían tornado oscuras y no
sabía qué hacer. Su mirada no le habla
de entonces, de sus lágrimas dulces que le saciaban la sed de sueños e
ilusiones. Le habla de no recordar, le habla de olvido en los rincones del
corazón.
_ Dijiste “no
me olvides” y veo que la que olvidó fuiste tú.
_Seguramente
es otra y se confunde caballero.
_Tiene
razón. Disculpe señorita. A la que recuerdo llevaba en su mirada una luz que lograba
iluminarme y usted sólo tiene tristeza en la suya. Sonreía y nada parecía
imposible en el diario vivir. Se llamaba Laura.
_Yo también
me llamo Laura pero no lo recuerdo en mi vida.
_No se
preocupe. Ha sido sólo un alcance de nombre. A la que no olvidé llegaba a despertar
a las estrellas con su sonrisa, caminaba descalza sin prisas. Originaba cada
instante ventolera de besos para mí…
_Si era tan
perfecta ¿Por qué se fue y la dejó suplicando ese “no me olvides”?
_Porque yo
quería darle el paraíso en vida y el trabajo hizo que tuviera que alejarme.
_Yo tuve un
novio que hizo lo mismo y me dejó para ir por mejores cosas para el diario
vivir. Nunca se dio cuenta que yo estaba aquí enseñándole y entregándole lo más
importante. La compañía y sobre todo el amor infinito que sentía. Él sólo quería progresar en lo económico y abandonó
todo alejándose en silencio y nunca más supe de él. Se llamaba Pedro.
_Yo también
me llamo Pedro.
_Pero no es
usted. Imposible. Él tenía en su mirada el cielo para mí y usted tiene en su
postura un desierto que él nunca tuvo…deje seguir mi camino…imposible que
seamos los de entonces con el corazón repleto de ilusiones felices. Yo hice mis elecciones cuando él hizo la suya
al dejarme con un “no me olvides” lacerando mi corazón, truncando mis sueños
con él.
_Laura…no
me olvides, que tu luz es la cimiente de mi futuro.
_Pedro…La
realidad que duele y carcome los relojes, eclipsa los espejos y dejas de soñar.
_Ella sonríe pero tampoco como antes_ La
realidad de entonces no existe ya. Tardaste en comprender que éramos dos en el
camino de la vida y fuiste solo a hacer realidad los sueños que eran nuestros.
Ella se
aleja con el “no me olvides” que él le dijo apretándole el corazón, él se queda
allí, en medio de la sala del aeropuerto en donde la encontró por casualidad.
Las ganas de llorar inundan su alma, el dolor es desgarrador, no podía con la
realidad de dejarla ir, su corazón no cabía en el pecho de tanto doler. Quiso
darse media vuelta para ir por ella pero el dolor lo retuvo, lo desplomó, lo
destruyó, lo dejó caer al piso sin poder respirar. Murió allí, en la fría loza
del lugar, falleció sin olvidar el sueño lindo que fue amarla.
2 comentarios:
enhorabuena Eloisa!!!
abrazo grande y energético
desde Maipú las mejores vibras
Gracias por todas tus palabras y deseos querida Lichazul!!...mi abrazo fraterno para ti.
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