miércoles, 16 de septiembre de 2009

Tu nombre





Y te nombré

abejorro.
Tigre guardián,
colibrí, ave de presa.
Mi compañía.
Te nombré alegría.
Águila majestuosa de mi peñón el dueño.
Titán de mis mares,
Delfín errante.
Encantador. Seductor.
Veta bella,
pintor excelso,
escultor de ojos miel.
Te nombré para mis adentros,
en el que siempre habitas,
Libélula encantadora de danza cromática,
Mariposa azul de espiral constante,
Cigarra de canto alzado,
Guepardo gallardo de acrobático salto,
Elefante blaco de escultural estampa.
Te llamé
Manzanilla purificadora de olores dulces,
Abeto cantante de séquito convexo,
Pino refrescante de platicar claro,
Mangle que se alimenta de mi sabia,
Acacia robusta sin espinas para mis manos,
Roble de madera fuerte y duradera,
Abedul de porte distinguido
Encina cálida del hemisferio boreal,
Manzana refrescante,
Naranja melosa, Frutilla fragante...
Pero nunca he podido
decir tu nombre arquitecto de mis letras.
Lo tengo en mi boca,lo llevo en mi piel,
lo guardo en mi corazón icástico
hasta poder nombrarte, llamarte
cuando ya no haya ataduras
gobernando en nuestros cuarteles,
hasta cuando pueda repetirlo
una y otra vez
siendo vencida sólo por el sueño dulce
de alguna cabalgata nocturna;
hasta cuando pueda beber de tu resina
gigante que habitas
en mis sueños más fecundos.


1 comentario:

Eduardo dijo...

Amiga, maravilloso.
Vine a Decirte presente.
Un besote.
Eduardo Cortese