martes, 7 de agosto de 2012

Te espero.







No sé caminar sin tu cintura circunvalando mis soles desérticos
o tus manos obnubilando los relojes desabridos que me toca desabrochar…
No entiendo ni quiero esos caminos postreros de rocas afiladas
que me hacen ver despeinada de  frente a los espejos sin fondo;
nunca respiro hondo mirándome en ellos al despertar
porque me dejan vacía, sin ganas de soñar.
No sé engalanar mis recintos sin tus sonrientes deslindes de aguas cristalinas
de caminos sin espinas que me das en el avanzar
No sé escribir sin tus espacios que sueltan despacio todas mis ataduras
de cariño discreto que sólo acompaña en el incitar.
Extraño tu nombre rondando mis ventanas
que me asemejan campanas de repicar reluciente
que se planta de cara limpia mientras estoy navegando,
extraño tu risa abogando porque tenga días mejores,
extraño tus olores de nortina convergencia que me llenan de urgencia
toda esta piel madura que espera segura un día cualquiera poderte tocar;
Alma aguerrida de flamante estructura
no sé caminar sin tu cintura y es de mucha premura saber cuándo llegarás
a habitar mis silencios de redondez deforme que me tienen muy disconforme
en este paraíso de estructura enclenque.. ..

2 comentarios:

CARLOS dijo...

Me encanta, un precioso poema, las palabras se funden a medida que las vas leyendo y se dibujan en la imaginación. Precioso. Un afectuoso abrazo.

Eloisa Echeverria dijo...

Gracias!...que lindo saber que te gustó. Abrazos fraternos para ti.