martes, 1 de diciembre de 2009

DIA 53.




Que fácil sería tomar tu ausencia
envolverla en un andrajo
y guardarla en algún rincón
en algún cajón
o en medio de los utensilios de cocina
que se ocupan poco para no encontrarlo a diario.
Que fácil sería.
Así no dolería.
Sin embargo tu ausencia está aquí frente mío
mirándome a los ojos, mostrándome los dientes cual quiltro rabioso,
taladrando mis entrañas.
Y me provoca miedo.
De ése miedo ominoso que hace temblar
los huesos del alma.
De aquel terror que ahueca los sentidos y no sabes
para donde mirar que no sea tu ausencia nebulosa
pendenciera con mi juicio…
Que fácil sería tomar tu ausencia
y borrarla de mi corazón
con algún limpiador multiuso de ésos que prometen no dejar huella después
pero estás en mis adentros clavado, tatuado con tinta que nadie puede ver pero se siente.
Yo te siento,
te siento,
Siento tu ausencia que martilla cada segundo de mis aspiraciones y no deja que pulule tranquila.
Me haces falta.
Ya no quiero que seas ausencia…
Se me hace que los semáforos están siempre en rojo, encandilan mis ojos para no verte.
Las calles siempre llenas,
Atestadas de gente para no alcanzarte
vestidos todos de tu ausencia.
Las subidas, las bajadas.
Escaleras que traen y llevan a ninguna parte.
Nada sirve.
Sin sentido es respirar.
No te vuelvas ausencia nunca más
Porque nada es fácil sin tu áurea blanca
con olor a madera de bosque cálido rondando mi estancia.




DE: "Vórtice de vástagos bastardos"
Eloisa echeverria.

1 comentario:

Susana Lizzi dijo...

Bello poema, con muchos sentidos. Felicitaciones. Sú