Fecunda una
pena en el borde interno de mi corazón,
se me ha
llenado el bolsón de mis lagrimales,
de tantas
horas sin frutales que me endulcen la agonía,
la
esperanza sufría, se ha puesto velo negro y se fue a dormir
no quiere
por nada parir un poco de su belleza
sólo me
entrega tristeza en este mundo sin amor fraterno
que nos
lleva al infierno de vivir en un mundo
en donde el
odio profundo reina y domina avasallante
todos se
ven distantes del dolor ajeno que brilla
se sientan
cada uno en sus sillas sin pensar en el hermano
que sufre
porque no tiene una mano fraterna que lo
asista...
El mundo
que tengo en frente de mis pies desolados
me llevan a
tener anclados los sueños que amontono
y aunque en
mi sendero perdono a quien me abofetea
todos
quieren pelea en las cosas cotidianas
ya no hay
simples mañanas que sonrían en el camino
parece
oscuro el destino de los seres de esta tierra
el hermano
porta una sierra de filudos colmillos
y se atan a
los bolsillos de los que se dicen dioses
de este
olimpo que de a poco se va arruinando el alma
y no deja
contemplar con calma un atardecer
o el simple florecer de las sonrisas de los niños
esos divertidos chiquillos que entienden lo de vivir…
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