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Acunados por la tierra así se encuentran
Treinta y tres que tuvieron que pagar el precio
que un par de ambiciosos le quisieron cobrar
para que su gente tuviera comida y techo.
El azul del cielo, el viento, las olas del océano
anhelan ver y sentir pronto con sus ojos
pero sabemos que ahora hay que esperar
que la tierra bendita abra sus cerrojos.
Treinta y tres mineros chilenos esforzados
que entraron como cada día a buscar
la hogaza, el pan, la vida para su mesa
con el encierro sin luz se fueron a encontrar.
Lloraron en el suelo sus familias
comiendo la tierra que se los tomó
pero no fue culpa de la madre tierra
ella estaba dolida y sólo se quejó
Que sirva de lección para los viciosos
que se llenan sus bolsillos con la esclavitud de otros
la vida tiene sus vueltas de justicia divina
siembra equitativamente o si no tendrás sólo destrozos.
Valientes mineros que sabían
que a cualquiera esto podía pasarles
pronto volverán a sus vidas con los suyos
todo el mundo está cavando para sacarles.
Esperando afuera los que aman y los aman
los ojos empapados de paciencia
surcos de esperanzas en el alma
con oraciones pidiendo clemencia
Sigamos en la tarea cavando y rezando
no paremos ni decaigamos en la esperanza
pronto muy pronto saldrán de la mina
en Dios está toda nuestra confianza.
DE;"SOLES OSCUROS TIEMPOS DERRETIDOS"