lunes, 6 de junio de 2011

CERTEZA



Se posó en mi vientre el vuelo de tu beso
 y germinó en sonrisas que emergieron  de ti
Brotó tu savia envuelta en alas de mariposas mañaneras
 un día cualquiera en el mes de mayo
Y el vuelo se hizo eterno en la luz de tu mirada
 que se quedó encarnada en la retina del sentir
Nomenclatura perfecta de singular armonía
creció sin permiso en el corazón del alma.
Y trascendimos a los nombres y estructuras
 de humanos ermitaños y huraños
 que se creen dueños de las pautas para  vivir
Trascendimos y envolvimos en el círculo sagrado de la vida
 que se entrega y dona sin pedir
 una  a una cada sonrisa  y las  dejamos en el pórtico del tiempo
 para no olvidar que pasamos por aquí.
Para que si alguna vez volvemos nos reconozcamos en seguida
y podamos disfrutar de lo que está hecho
 con nuestros nombres verdaderos  antes de venir
Te reconocí en tu vuelo centenario, arcaico y milenario,
fastuoso, refractario te reconocería  donde fuera
 pues tu luz en mis caderas tienen la fosforescencia
 que es el revoloteo de las esencias 
que se posaron y llevaron a la cima de los aires ensimismados
la copla  arcana que de esto floreció.
Certeza de que la luz de tus ojos miel es alimento para crecer.
El sabor salado del cuerpo y el dulce  de lo que nació
 eclosionó entero  de colores  equilibrados con música propia.
No morimos más, nos ensanchamos y evolucionamos,
 nos extendemos en el infinito asombro de las creaciones  
guiadas por manos de ángeles
 que recrean sus vistas en el concierto que da el sentimiento mutuo
 del amor que nos profesamos  en el presente que existo
 en la curvatura perfecta de tu mirada o en la riada indescriptible de tu risa…