Ni te imaginas cuanto
brillo queda en mí cada vez que la riada de tu mirada llega a visitarme. El
diluvio que en ella viene me eterniza en el instante, me hace remontar en
espirales de aires fragantes logrando escapar al universo que ella trae… Mi vuelo y mi
canto se unen al cosmos que me recibe para entender su baile y melodía; no
tiene pretensiones en su entrega, es todo perfecto y equilibrado, sereno,
perdida en el torrente de tu mirada, anclada a ese mar color trigo maduro,
entregada al aura de pigmentación y
consonancia propia…
Si, no te
imaginas el esplendor que me embarga cuando tu contemplación llega a mis linderos
sencillos; entonces, en ese soplo de perfección sublime, los tiempos, los
espacios no existen, se rompen los esquemas establecidos por los humanos, se
quiebran las líneas implantadas porque tu mirada ve mi ser, lo ilumina, lo
eleva, lo hace florecer como rama en árbol seco…
Las elecciones situada
en tu mirada son las precisas para entender las eternidades y sus sentidos, sus
razones, los por qué, los hasta cuando y desde cuando…
Lo que de real
encima martilla las horas, en tu brillo desaparece y crece el sentir agrandando
las sinfonías que franquean los espacios y me logras tocar…sólo con tu
mirada que viene atiborrada de esencia perfecta para soñar….tú ni te imaginas
lo que hace esa luz en mis rincones de espacios sencillos, de auroras
tranquilas, de largo navegar…no te lo imaginas cielo en mi cielo, brisa de mi
mar, sólo tu mirar persistente, tenaz y elocuente logra la armonía que es precisa para
despegar…
Eloísa Echeverría.
3 comentarios:
Que palabras tan bellas, me gustan. Preciosa foto para acompañarlas. Un abrazo.
Gracias Carlos por tu compañía.Un abrazo fraterno para ti.
Maravillosas tus palabras enmarcadas por esas imágenes tan salvajes. Aquí ya no se ven paisajes tan vírgenes.
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