Se posó en mi vientre el vuelo de tu beso
y germinó en sonrisas que emergieron de ti
Brotó tu savia envuelta en alas de mariposas mañaneras
un día cualquiera en el mes de mayo
Y el vuelo se hizo eterno en la luz de tu mirada
que se quedó encarnada en la retina del sentir
Nomenclatura perfecta de singular armonía
creció sin permiso en el corazón del alma.
Y trascendimos a los nombres y estructuras
de humanos ermitaños y huraños
que se creen dueños de las pautas para vivir
Trascendimos y envolvimos en el círculo sagrado de la vida
que se entrega y dona sin pedir
una a una cada sonrisa y las dejamos en el pórtico del tiempo
para no olvidar que pasamos por aquí.
Para que si alguna vez volvemos nos reconozcamos en seguida
y podamos disfrutar de lo que está hecho
con nuestros nombres verdaderos antes de venir
Te reconocí en tu vuelo centenario, arcaico y milenario,
fastuoso, refractario te reconocería donde fuera
pues tu luz en mis caderas tienen la fosforescencia
que es el revoloteo de las esencias
que se posaron y llevaron a la cima de los aires ensimismados
la copla arcana que de esto floreció.
Certeza de que la luz de tus ojos miel es alimento para crecer.
El sabor salado del cuerpo y el dulce de lo que nació
eclosionó entero de colores equilibrados con música propia.
No morimos más, nos ensanchamos y evolucionamos,
nos extendemos en el infinito asombro de las creaciones
guiadas por manos de ángeles
que recrean sus vistas en el concierto que da el sentimiento mutuo
del amor que nos profesamos en el presente que existo
en la curvatura perfecta de tu mirada o en la riada indescriptible de tu risa…
1 comentario:
Tantos en tus letras y entre todos tu.
Gracias por compartir.
Saludos desde Bs As.
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