miércoles, 30 de abril de 2014

Uno.





Varices en las manos de tanto lavar historias,
para que se queden en la memoria de forma más amable,
 de equilibrio más  estable en los  pulmones  contaminados,
 que los caminos mal hallados siempre se han de quedar
en el  tallar las lágrimas de los días  tenebrosos;
aquellos caminos ociosos ¡dejarlos en el pasado!
como algo quemado en el atril de las horas
y sin demora  asirse de los vientos que llevan fragancias,
de mejores estancias en que palpita la vida;
que el camino es de ida y hay que aprovechar
en mirar  y disfrutar los colores del universo
esos que sacan versos a los corazones de luz.

Callos hasta en los zapatos de tanto indagar la  esperanza
no hay mejor camino a la templanza que la que se hace en positivo
no vivir en retroactivo, ni en negativo el camino adelante,
hay que hacerlo con gran talante, de frente y con ganas,
así se hacen y crecen  personas sanas para habitar este mundo
que tiene que ser fecundo  en el amor fraterno,
ese que es eterno y habita en el alma del creador…

Eloísa Echeverría.

No hay comentarios: