martes, 28 de mayo de 2013

En tu memoria.


Se vino esta pena a morderme el aliento,
quedó de cemento este corazón en luto distante,
un arma cortante es el vuelo de los fugaces;
 te rapto  y bailo los últimos compases, contigo,
y te santiguo en la memoria de mis rezos .
No sé qué fue lo que te hizo elegir,
¿El miedo? y tuviste que salir sin querer escuchar,
 ¿Qué te hizo callar? ¿La candidez de tu alma
que el viento mece con calma para irte fugaz?
 ¿Creíste que eras poco para mi vestido
o fue que yo, con mi latido,  era poco para tus pies?
Bailo el último baile en el recodo de los recuerdos
mientras el viento trae acuerdos y colores de ti.
No hubo, no hubo una afonía más seca, huraña,
no entendí el disparar de forma tacaña silencios a nuestras veredas;
Desde que tu voz  se encadenó al miedo inservible,
 un hecho irreversible; En el acueducto de mis pestañas
mueren las preguntas hurañas que se quedan sin respuestas,
quedan todas las alboradas en apuestas suspendidas,
marchitándose, mal paridas en el puente que no lleva  a destino,
no hay mayor dolor en el camino que desangrar el verso,
ese que es  el más terso, sin que leas que es tuyo.
Se  han cercenado las calzadas a la galaxia de vida
que describió el futuro de ida del que éramos dueños,
en alguno de los sueños en donde todo era posible…
Hasta tu sonrisa cobijada en mi almohada que arrulló,
la rima dulce del sueño en que te conoció.

jueves, 16 de mayo de 2013

Fantasma 1. (Participante de la Antología "Quehacer Ecológico" 2013.(Rubén Sada))







Fantasma   1.
                                             La selva de cemento me ahoga las ganas de respirar,
                                            añoro el bosque de árboles añosos que había en mi ventanal.

El árbol habló de soledades inacabadas,
 de piedras tiradas,
de vientos huracanados, miradas atadas
 que no dejaban pensar;
Habló,
de oscuras golondrinas de mal sentir que manipulaban el viaje,
el árbol lloró por el equipaje
de penas estancadas en tormentas florecidas
que multiplicaban calamidades esparcidas
 y  sólo temores para avanzar…
Habló de veedores que hacían vista sorda
  y no tenían cabidas
para arreglar manos asidas
y los sueños de los desplomados en el barrial.
El árbol habló del lodazal,
de las angustias que había en los caminos,
de gente que llamaba a los vecinos
y que nadie escuchaba en su gritar,
Dialogó con sigilo en su hablar
 de aquellos que partieron sin dejar ni un sello
de su pasada, de lo único, lo bello,
de su ocupación  en este peldaño
porque con cada año
los márgenes de la sociedad no los dejaron vivir…
Habló de todo lo que le hastiaba
 y que la carga estaba pesada
que eran los mismos de siempre haciendo lo mismo otra vez…
Que nada había cambiado en todo lo recorrido,
¡nada tenía sentido!
sólo habían  cambiado las caras en el matar.
No dejaban tranzar,
los espíritus codiciosos de siempre y a los pocos valientes
los dejaron silentes
por un mendrugo de pan.
El árbol dejó de existir porque una empresa con dinero                              
pagó el golpe certero
que lo hizo sucumbir por querer parlamentar,
por querer devolver el oxígeno a mi ventanal.
Es tiempo de parar e interesarse,
plantemos el árbol que nos quiere preservar.

viernes, 3 de mayo de 2013

Nada personal pero mi camino es de ida.




No han serpenteado las sombras bajo mi lengua;
he sido clara en mi verdad, no se ha trizado mi frente ante las razones
que me llevaron a defender esta postura;
No me gustan las fracturas que con todo me traen
pero no quemaré mis naves por darle el gusto a personajes
que se visten de trajes , corbatas y zapatos caros,
yo siento que hay que darle paro a esta falsedad;
Y si el corazón me habla con voz potente y estable,
con todo lo amable que me queda en mi ponencia de humana,
le pido como cristiana viviente del amor fraterno,
que se retire con su infierno a otras regiones
y que me deje con mis renglones de versos e historias,
para mantenerlas en las memorias de la gente soñadora,
y  no me tilden de señora amargada o poco imaginativa
que con tanta tentativa de llevarme a lo oscuro,
tenga por lo más seguro que saldrá perdiendo en su intento,
no se lo digo como lamento sino como mi regla de vida;
vivo mi historia consciente y hacer algo que no quiero hacer, no me lo pida,
porque mi viaje es de ida, no es de recuerdos que obstruyen,
de esos que se quedan en visiones que luego se diluyen en lo real y mundano,
si quiere, le ofrezco mi mano con todo el amor fraterno y humano
que para lo profano ya no me queda tiempo
porque vuelo en alas del viento a futuros prometedores
que me llena de razones para dejar lo pasado en el pasado,
lo vivido en lo vivido y si lo que pido no le gusta
a mi ya nada me asusta y puedo prescindir de su presencia
porque pertenece al pasado y a eso le puse un letrero de cerrado.