lunes, 20 de julio de 2009

Mi mejor verso


No recuerdo cuando te convertiste en mi mejor verso.
A veces creo que te había escrito desde antes de nacer.
Que ya estábamos predestinados
para compartir este navegar
y que ahora
sólo reconocí tu estampa
elefante blanco de inigualable candor,
y que sigo escribiendo a tu alma bella
porque eres mi mejor copla
mi mejor poesía escrita,
mi pieza excelsa en la que debo plasmar mis melodías
mis cantos mortales,
porque los inmortales
esos que los plasma el alma
están ya escritos para ti antes de venir.
Mi mente dibuja recuerdos
en donde el arrebatamiento mutuo
hipnotizante
nos condujo por senderos inverosímiles para el resto
pero que en nuestros entes traviesos
dichosos de tenernos fueron reales
sin embargo
no recuerdo cuando
te convertiste en mi mejor verso.
No sé si cuando al ver tus ojos
en esa ventana que nos unió
dejaste caer un hechizo
que se convirtió en melodías danzantes
llenas de mariposas azul índigo
en el útero de mi alma
que se reflejaron en mis ojos
los que miraste
haciendo que te perdieras también…
No lo recuerdo
o tal vez fue cuando
nos dejamos llevar por el arrebato
en el que perdimos toda compostura
y que fue rescatadora
de la tiranía obscena que nos embargaba.
Sé que eres mi mejor verso,
mi distinguido canto
que destila primavera verdes
para mi camino irregular
sólo que no recuerdo
en qué instante te convertiste en ello
en mi soberbia esfinge
en mi impar bahía
en mi magnifica pintura
en mi mejor versar
y es que la substancia de tu peñón
invadió mi caserío de forma gradual
y no tuve percepción del instante en que
me perdí en las letras
para acariciar a tu alma blanca
y derramar hasta rebozar
tu ser de brebajes placenteros
así como llenas mi vaso con tu
pigmentado equipo perfumado
de porvenir viable.
¿Cuándo te convertiste en mi mejor verso
y pasaste a ser portero y dueño de mi pluma aficionada
con la que emito y pregono
que eres para mi
el mejor verso que puedo escribir?
Dime
laureado escultor de belleza sin par
¿Recuerdas cuando mis letras
acariciaron tus fibras
y sentiste que no podías detenerte
en este navegar de coplas
de mar irracional pero que te liaba
y querías mas?
¿Tu lo recuerdas
porque intuyo que ese fue el instante
en que
tomaste la flor de mis letras
las oliste
y te transformaste en los mejores versos
de mi melodía utópica.